sábado, 6 de agosto de 2011

Capitulo 6

Alejandro entro por ultimo a visitar a su hermana Cleopatra que le recibio entre sollozos.
-¿Porque lloras Cleopatra?- pregunto Alejandro abrazando a la niña.
-Porque no quiero que te vayas. Te necesitamos aqui , Alejandro.
-Pronto volvere. Mientras estaras con nuestra madre, ademas prometo que te escribire muchas cartas asi siempre me tendras presente.- la niña asintio y se separo de el.
-¿No podria ir yo contigo?
-No, Cleopatra. Tu te quedaras aqui. Las mujeres no pueden estudiar.-Alejandro por ultimo beso su frente y una lagrima se deslizo por su rostro. La niña bajo la mirada porque no queria ver como su hermano se marchaba.
Alejandro salio de la habitacion y a la primera nodriza que vio pasar le pregunto sobre Hefestion.
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Hefestion se acerco despacio al carruaje. Alli se encontraban todos, todos menos Alejandro. Hefestion penso en lo que habia hablado con Alejandro momentos antes. Sabia que para el joven principe seria muy dificil separarse de su madre, ellos dos estaban especialmente unidos, por una extraña razon, Olimpia ejercia un control completo sobre Alejandro. Hefestion se pregunto si habria sido asi el con su propia madre.
Se apoyo en el carruaje sin prestar mucha atencion a lo que decian los demas niños.
De repente aparecio por la puerta Filipo y se acerco a ellos.
-¿Y Alejandro?- pregunto nada mas llegar.
-Se esta despidiendo de Cleopatra.- le informo Hefestion.
-Estoy aqui padre.- dijo una voz detras de Filipo y de pronto aparecio Alejandro a su lado.
-Alejandro...hijo.- dijo Filipo poniendo una mano en el rostro del principe, con añoranza pero todos sabian que Filipo no demostraba con palabras lo que sentia. Recobrando la compastura, retiro su mano y dijo serio.-Vosotros llegareis antes que Aristoteles por lo tanto portaros bien en su ausencia. Cuando llegueis os encontrareis con tres muchachos mas. Uno es Filotas, hijo del general Parmenio, el otro es Seleuco de otro de mis generales y por ultimo esta Eumenes, hijo de un aristocrata griego.
A los chicos no les sento bien tener que estudiar con un griego, pero nadie replico. Todos sabian que en Grecia habia una gran revuelta contra Filipo y quien sabe si ese muchacho no apoyaria la causa.
Sin embargo a Alejandro le alegro la idea, queria ver como razonaba las cosas un griego y siempre habia sentido admiracion sobre las mentes puras de aquella gente.
-Ahora iros. Mañana llegareis a Mieza. -dijo por ultimo Filipo antes de dar una vuelta y desaparecer por la puerta. La tension que se habia establecido en el ambiente se fue disipando y los chicos fueron relajandose. Antes de que se montaran al carro aparecio Leonidas. Todos sonrieron al ver a su tutor ya que creian que no iria a despedirse.
-Muchachos.- dijo Leonidas serio mientras se acercaba. -Partis a Mieza.
-Asi es, daskale. Gracias por darnos clase todo este tiempo, nunca le olvidaremos. -dijo Alejandro con una sonrisa dando un escaso abrazo a su maestro. Leonidas esbozo una leve sonrisa.
-Nunca olvidaremos tus collejas.- dijo Leonato riendo.
-Ni tus gritos de titan.-bromeo Casandro.
-Ni sigais si no quereis oir de nuevo esos gritos.- dijo Leonidas serio. A Casandro enseguida se le borro la sonrisa de la cara.
-Esta bien, daskale.- dijo Alejandro sin haber quitado su sonrisa de la cara.-Puede que Aristoteles sea un hombre muy listo pero nunca te ganara en sabiduria.- concluyo. Leonidas sonrio melancolico.
-Claro que es mas listo que yo, por eso os envian a Mieza. Cuidaros chicos en el futuro hareis grandes hazañas. Sobre todo tu Alejandro. La luz de Zeus brilla en tus ojos.- con esto ultimo Leonidas dio media vuelta y se marcho. Alejandro no sabia que decir, su tutor nunca decia lo que sentia ni lo que pensaba.
Se giro despacio y miro a los demas muchachos. Enseguida poso su mirada en Hefestion que lo miraba de esa manera tan peculiar suya, como si intentase desvelar lo que pensaba Alejandro. El principe aparto la mirada de el y miro a los demas.
-Vamos.- dijo Alejandro y se monto en el carro.Los chicos empezaron a reir de nuevo y se montaron despues de Alejandro.
Hefestion se sento al lado de Alejandro y le miro con esos profundos ojos azules.
-Coincido con Leonidas. Seras un gran hombre, Alejandro.-dijo y volvio a mirarle con esa mirada que queria averiguar todos sus secretos.
-Todo el mundo espera eso de mi, Hefestion. Pero... ¿Y si les decepciono? Mi padre es un gran soberano y no se si sabre llegar a su altura.
-Por supuesto que si. Seras mucho mejor que Filipo.Filipo tiene sus limites pero tu no Alejandro. Tu sueñas con lo eterno, lo inimaginable... y lo conseguiras. Algun dia llegaras a la cima y todo el mundo estara a tus pies. Ese dia seras el heroe mas grande que haya existido nunca. -Hefestion sonrio y acaricio la mano de Alejandro con cierto temor a que el rechaze el tacto.
Alejandro no hizo eso sino que dejo que Hefestion le acariciara la mano y cerro los ojos. Volvio a abrirlos y sonrio.
-Te has equivocado en una cosa, Hefestion. Hablabas solo de mi pero recuerda que somos dos. Yo no podria hacer nada sin ti. Si tu no estuvieras Hefestion yo no se si podria pensar siquiera en lo eterno. Sin ti, no sabria quien soy ni lo que quiero. Ahora todos mis deseos estan concentrados en ti.- cuando dijo eso miro a Hefestion sin haber borrado la sonrisa de su cara. Los ojos de Hefestion estaban iluminados y para aplacar las crecientes ganas de abrazar al principe retiro la mirada y miro al suelo de la carroza. No sabia como decirle a Alejandro lo mucho que le apreciaba, que sin el no podria dar ni un paso, que si le pasara algo a Alejandro el se volveria loco y que si Alejandro ...muriese, Hefestion le seguiria a la casa de la muerte sin dudarlo.

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