lunes, 20 de junio de 2011

Capitulo 3

Alejandro iba indicando a cada niño donde estaba su habitacion y se divertia al ver sus caras de asombro por los pasillos repletos de mosaicos y columnas jonicas.
Decidio dejar la habitacion de Hefestion para el final ya que queria intercambiar unas cuantas palabras con aquel niño de ojos azules.
Alejandro logro su proposito aunque ahora que ya estaban solos no sabia que decirle, no sabia como empezar.
-Principe, ¿donde esta mi habitacion?- pregunto Hefestion sorprendiendo a Alejandro. No se habia dado cuenta de que se habia quedado parado en medio del pasillo.
-Ah, si. Sigueme, Hefestion. Y... no me gusta que me llamen principe, prefiero que me llames Alejandro. Quisiera que todos me recordasen por mi nombre, no como el rey de Macedonia.
-Y asi se hara...Alejandro. Se que vais a ser un gran hombre.
-¿Pretendes ganarte al principe desde el primer dia?- pregunto Alejandro,sabiendo que las intenciones de Hefestion eran caerle bien lo antes posible ante los demas niños. Y aunque Alejandro no queria admitirlo, Hefestion llevaba ventaja sobre los demas desde la primera vez que se vieron.
-No, yo nunca miento. Mi padre me a educado de un modo en el que un hombre tiene que expresar sus pensamientos para que la politica tenga un fin benefactorio.
-Sabias palabras por parte de tu padre, Hefestion. Me alegra de que su hijo haya heredado su logica.- dijo Alejandro intentando llegar a la altura de Hefestion en lo referente a las respuestas. Hefestion parecia muy maduro a la edad de 7 años. Tenia unos pensamientos futuristas y una mente rapida, contestando lo apropiado en cada momento.
-Aqui esta tu habitacion Hefestion.- dijo Alejandro y le señalo la puerta.
Hefestion se quedo un poco confuso ya que era la primera y habian pasado olimpicamente de ella al principio pero aunque Alejandro le hubiera caido bien no pensaba expresar su opinion en todo. Ademas, le habia gustado conocer un poco mas al fututo rey.
Hefestion entro y coloco su bolsa en el suelo. Era una habitacion muy bonita, mejor que la suya en su casa pero sabia que no podria familizarse con aquella decoracion.
Alejandro notando su mueca al ver la excesiva decoracion comento:
-Puedes cambiar la decoracion si quieres, este va a ser tu alojamiento durante unos años asique es mejor que lo hagas tuyo.
Hefestion sonrio al comentario de Alejandro aunque sabia que no iba a cambiar la habitacion, era mejor que la suya en su casa y se esforzaria en aceptarla.
Entonces se giro hacia la puerta donde se encontraba Alejandro erguido como si esperara algo.
-¿Quieres pasar?- pregunto Hefestion viendo la cara de duda de Alejandro.
-Yo...esto...tengo que ir a dormir...aunque, tengo un tiempo.- dijo Alejandro sorprendido por la pregunta de Hefestion
Hefestion solto una pequeña carcajada, esa era la primera vez que veia un desliz en Alejandro, la primera vez que le veia dudar.
Alejandro entro indeciso. Hefestion le hizo un hueco en la cama para que se sentara. Alejandro acepto la invitacion y fue a colocarse a su lado.
-Bueno, dime Hefestion, ¿Donde vivias antes?
-Cerca del agora.
-Tu padre era un aristocrata.- dijo Alejandro mas para si mismo que para Hefestion, con eso queria decir que tendrian una de las mejores casas de Macedonia.
-Si, el mejor hombre que conozco.- dijo Hefestion y recordo la cara de su padre. Enseguida le echo de menos.
-¿Y tu madre?- pregunto Alejandro.
-Mi madre... murio en el parto. Es algo que nunca me perdonare.
-No tienes porque sentirte culpable Hefestion. Seguro que habria dado su vida por ti.- dijo Alejandro y Hefestion bajo la mirada.
-¿Te gusta jugar a los guerreros?- pregunto Hefestion a Alejandro con la intencion de alejar pensamientos que pudieran hundirle.
-No se como se juega.
-Estaria encantado de enseñarte.- exclamo Hefestion.
-Tienes mi permiso.- dijo Alejandro con una sonrisa en la cara.
Hefestion fue hasta su bolsa y de ella extrajo un pequeño paquete. Se volvio a sentar al lado de Alejandro y fue sacando guerreros de juguete ordenandolos en la cama.
-Este es el general de los blancos,- dijo Hefestion señalando a una de las figuras mas grandes.- y este el de los negros. ¿A quien eliges?
-A los...blancos. -dijo Alejandro y empezo a recolectar las figuritas blancas. Hefestion sonrio y se dedico a ordenar su ejercito.
Cuando levanto la mirada vio que Alejandro lo habia hecho de un modo mucho mas diferente al suyo y habia que reconocerlo, mucho mejor. Hefestion una vez mas se convencio de que Alejandro habia nacido para ser rey.
-¿Empezamos?-pregunto Alejandro con los ojos resplandecientes.
-Vale, pero ¿sabes como se juega?
-Es una guerra ¿verdad?
-Si.-respondio Hefestion con una sonrisa que Alejandro le devolvio.
-¿Preparado para morir Hefestion Amintoros?-pregunto Alejandro imitando la voz de un adulto.
-Eso tendremos que comprobarlo Alejandro de Macedonia.-dijo Hefestion con una sonrisa picara.
El juego empezo y Alejandro se sintio como pez en el agua. Hefestion era muy bueno en ese juego pero logro ganarle, mas tarde Hefestion quiso la revancha y Alejandro se la dio y asi sucesivamente.
Sus risas se oyeron durante toda la noche por todo el palacio.

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